Con el paso de los años suceden varios cambios en el cerebro de las mujeres. Algunos de estos ee traducen en fallas en la memoria e incluso en los procesos cognitivos.
Esta caída obedece a 3 causas:
- Envejecimiento propiamente tal
- Disminución del “uso del cerebro”
- Falta de estrógenos
El cerebro mientras más se use, menos se deteriora. Se puede mantener en buenas condiciones al igual que un músculo entrenado. Tal entrenamineto significa ocupar el cerebro: estudiando, leyendo, solucionando situaciones, etc.
Pero me quiero detener en el tema hormonal, donde existe mucha controversia.
Varios estudios científicos han demostrado que los estrógenos que normalmente producen los ovarios, son necesarios para el normal desarrollo y mantención de la fucnionalidad del cerebro. Por esto, cuando aparece la menopausia, situación que implica una caída en la produccion de estrógenos, aumenta la probablidad de un deterioro de algunas funciones cerebrales.
Es el caso del decaimiento y depresiones que experimentan algunas mujeres postmenopáusicas,
En toda mujer postmenopáusica con depresión debe investigarse el status hormonal. Muchas de estas depresiones se evitarían con una correcta terapia hormonal.
El efecto de los estrógenos sobre el cerebro, y que explicaría los beneficios de una terapia de sustitución hormonal, son los siguientes:
Estimulan el crecimiento y funcionalidad de las neuronas.
Estimulan las conexiones entre las neuronas (sinapsis).
Mejoran la irrigación sanguínea del cerebro (llega más oxígeno y nutrientes)
Evitan la aterosclerosis.
Aumentan el consumo de glucosa por las neuronas (mejor funcionamiento)
Estimulan la producción de algunos neurotransmisores:
Serotonina: estados de ánimo
Acetil-colina: Alzheimer
Dopamina: Parkinson
Estimulan la producción de B endorfina (que produce una sensación bienestar).
Actúan como antioxidantes.
Reducen la formación de una proteína B amiloide (responsable del Alzheimer).
Ref: El Libro de la Mujer. Dr Perl. Aguilar. 2008
Quiero recalcar que los últimos hallazgos científicos respaldan el hecho que la terapia hormonal debe iniciarse lo más cercana a la fecha de la ultima menstruación. Si se inicia años después , las neuronas y los vasos sanguíneos ya no responderán de la misma manera, y en vez de proteger pueden provocar efectos adversos.
Esto último explica los resultados controversiales que se han obtenido en algunos estudios y que han sido divulgados por la prensa. El problema se debió a que la edad promedio de las mujeres que ingresaron a tales estudios, superaban los 60 años. Iniciar una terapia de reemplazo hormonal, más allá de 5 años (y posiblemente menos) de la última menstruación, los efectos cardiovasculares y neurológicos pueden ser contraproducentes.