Durante estos últimos meses, han aparecido en la prensa noticias contradictorias respecto al efecto cardiovascular de las hormonas que se usan en la menopausia y que se conocen como Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH). Algunos de estos estudios las involucran como causantes o desencadenantes de infartos al corazón, mientras que otros las catalogan como protectoras cardiovasculares. Es decir, que las mujeres al usar tales hormonas estarían protegidas de hacer un infarto.
¿A que se debe tal confusión? Principalmente a dos situaciones
- Tipo de hormonas utilizadas
- Momento del inicio de la TRH
1) Tipos de hormonas utilizadas
No todas las hormonas son iguales. Y esto es importante desde el punto de vista de la selección de una determinada TRH. La terapia debe ser personalizada para cada mujer ya que las mujeres son entre sí diferentes y no todas ellas requieren la misma hormona. Es más, un manejo adecuado implica
que en una misma mujer, cada cierto tiempo se deba cambiar el tipo de hormonas. Esto es
porque la mujer va evolucionando con los años y también lo harán sus
necesidades de hormonas.
Un ejemplo es el siguiente. Una mujer con presión alta, deberá usar ciertas hormonas pero no otras. Lo mismo sucede con las fumadoras, etc..
Conviene destacar que en la mayoría de los estudios donde se observó un efecto dañino a nivel cardiovascular, este se debió a un tipo de hormona que suele asociarse a los estrógenos en la TRH. Tal hormona es el acetato de medroxiprogesterona (ACMPA). Personalmente no me gusta ya que hay otras alternativas mejores. Desde un par de décadas se habían publicado estudios donde se evidenció el potencial de daño cardiovascular del ACMPA. Hoy, en nuestro país prácticamente no se usa. No ocurre lo mismo en EEUU, donde aún se prescribe.
2) Momento del inicio de la TRH
A pesar de los resultados antagónicos, sí que en un aspecto existe consenso. Mientras más se tarda en iniciar una TRH, mayor es el riesgo cardiovascular. Así los estudios que han demostrado un mayor riesgo de hacer un infarto son aquellos cuyas mujeres comenzaron a usar tardiamente las hormona (+/- 10 años desde que les llegó la menopausia). Por otro lado, aquellos estudios donde las mujeres comenzaron su TRH apenas iniciada su menopausia (antes de 1 año), la TRH demostró que protegían del infarto.
¿Cómo se explica esto?
El efecto de la TRH será diferente si es que las arterias previamente han estado bajo efecto hormonal o no. Es decir, dado a que los estrógenos protegen a las arterias, la interrupción de estos como ocurre después de la menopausia, deja a las arterias sin tal protección. La falta de estrógenos lleva a una condición que se conoce como disfuncion endotelial, lo que favorece que se deposite colesterol, se formen las placas de ateromas y los demás eventos que desencadenarán un infarto. Por otro lado los estrógenos mantiene un endotelio mas sano y un colesterol más bajo, dificultando la formación de tales ateromas.
Por eso que los reanálisis de los estudios que habían demostrarodo daños a las arterias, correspondían al grupo de mujeres que recibieron TRH pasados 10 años (o más) desde que les apareció la menopausia. Por otro lado, las que comenzaron a usar las hormonas en forma precoz y oportuna, no solamente no les aumento el riesgo para hacer infartos, sino que este disminuyó, demostrando entonces que el uso oportuno (apenas diagnosticada la menopausia) de una TRH, es un factor protector de las enfermedades cardiovasculares.
Una misma hormona tendrá una acción diferente y en ocasiones opuesta a nivel de las arterias, dependiendo de si esa arteria había estado expuesta previamente a hormonas. La anatomía, la histología y la funcionalidad de ambos tipos de arterias son diferentes.
Por último hay situaciones donde no se debe usar TRH. Es el caso de las tromboflebitis, alteraciones de la coagulación, hepatitis activa, y un infarto en evolución. También es aconsejable suspender momentaneamente la TRH antes de una cirugía y en viajes largos por avión.