En los últimos años se han desarrollado varios experimentos que demuestran cómo los alimentos interfieren no sólo en la calidad de vida, sino que también en la cantidad de esta. Es decir, con ciertas modificaciones en la alimentación diaria, se puede vivir más años.
Se trata de la Restricción Calórica. En términos simples, significa restringir la cantidad de calorías que un individuo normalmente ingiere. Esto permite prolongar la vida en alrededor de un 30%.
Los estudios sobre la Restricción Calórica se iniciaron oficialmente en los años 70’. Pero ya en los años 30’, a algunos científicos les llamó la atención que la restricción de la comida a sus animales de laboratorio en vez de perjudicarlos, les favorecía ya que vivían más y mejor.
Es importante explicar dos conceptos: la máxima probabilidad de vivir “life span”, que es algo propio de cada especie y que en el caso del ser humano corresponde a 122 años. Algo logrado por la francesa Jeanne Clalment y otros pocos ‘afortunados’.
Por otro lado está la expectativa de vida “life expectancy” que corresponde a cuántos años, para un individuo de una población determinada, puede alcanzar a vivir. Este concepto está fuertemente influido por el ambiente. Así las enfermedades, los accidentes, la desnutrición y la obesidad afectan importantemente la expectativa de vida que actualmente rodea los 80 años.
Los experimentos de Restricción Calórica en el humano aún no dan resultados concluyentes. Pero en nuestros ‘parientes cercanos’ los primates, se ha observado que produce en ellos una serie de indicadores asociados a un menor desgaste y envejecimiento: los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos se encuentran bajos. La presión arterial desciende. Y otros marcadores como la insulina y la hemoglobina glicosilada también se reducen.
Todos los anteriores cambios explicarían un menor desgaste del organismo permitiéndole vivir más tiempo.
Pero, ¿cuál sería el ó los mecanismos por los cuales el restringir la alimentación provoca un aumento en la cantidad de años a vivir?.
El mecanismo íntimo del cómo lograr vivir más por el sólo hecho de ‘comer menos’, si bien no está del todo claro, implicarían las siguientes posibilidades:
- Un menor metabolismo oxidativo. Al comer menos, se produciría una menor actividad metabólica, lo que llevaría a una menor producción de radicales libres. Estas son moléculas dañinas para la mitocondria. También se dañarían las membranas celulares, lo que lleva a un desgaste precoz de la célula.
- Alteración de genes. Esta mayor producción de radicales libres, difundiría por toda la célula, afectando también el ADN del núcleo, pudiendo alterar la función de ciertos genes reguladores de la ‘longevidad’ ubicados en este ADN.
- La insulina. En los mamíferos, al restringir la ingesta calórica, el nivel de insulina que se produce sería menor. Además la insulina elevada se acompaña frecuentemente de una glicemia post prandial elevada. Esta última va dañando las diferentes proteínas del organismo, fenómeno conocido como glicolización.
Se sabe que los niveles altos de insulina y la glicolización de las proteínas, llevan a un mayor daño y por ende a un mayor desgaste de la célula.
Al realizar la Restricción Calórica, se observan un cambio en otros marcadores bioquímicos que caracterizan un enlentecimiento de la velocidad de envejecimiento. Es el caso de la DHEA, hormona producida por las suprarrenales y de los Glucocorticoides aumentan levemente (contrario a lo que ocurre en la vejez normal) lo que ayudaría a evitar algunas enfermedades propias de la vejez como son la artritis e incluso el Alzheimer.
Extrapolando los hallazgos al humano, para que sea efectiva la Restricción Calórica como fuente de la juventud, debieran cumplirse los siguientes requisitos.
- La Restricción Calórica debe comenzarse entre los 20 y 45 años de edad. Mientras más tarde se comience, el efecto será algo menor
- Hay que reorientar en forma gradual la restricción alimenticia.
- La pérdida de peso debe ser exclusivamente de grasa y no de músculo.
- La restricción debe ser basada en las calorías
- Se debe reducir especialmente las grasas animales y los azúcares simples. Siempre se debe mantener un buen suministro de vitaminas y minerales, lo que implica tener que tomar algunos suplementos de estos.
Si Ud. tiene la paciencia de desarrollar esta Restricción Calórica pero posee más de 60 años, no se aflija, ya que es posible que no le agregue muchos más años a su vida, pero de seguro que le agregará más vida a sus años,
En resumen, el comer poco, no sólo es más sano ya que evita la obesidad y una serie de enfermedades degenerativas que se asocian. También permitiría disponer de una verdadera fuente de la juventud. Habrá eso sí que esperar más trabajos en los humanos para así establecer una dieta óptima, y por cuánto tiempo deba esta mantenerse.