El Pomelo no Sólo no Sirve Para Bajar de Peso

El pomelo no sólo no sirve para bajar de peso, también interfiere con el metabolismo de algunos medicamentos.
Vamos por parte. Existe el mito que el pomelo sirve para adelgazar. Sin embargo, hasta la fecha no se ha publicado ningún estudio serio que demuestre alguna función del pomelo para disminuir el apetito o eliminar grasas. 

¿De dónde viene entonces el mito? ¡De los “gringos” americanos!  Ellos ‘se dieron cuenta’ hace algunas décadas que comer pomelo al desayuno sea como fruta o como jugo, les permitía bajar algunos kilos.
Lo que realmente ocurrió fue que sustituyeron parte de su típico desayuno: huevos, jamón, mantequilla, tostadas, etc., por pomelo. Lo que en la práctica significó ingerir menos calorías.
A modo de ejemplo un desayuno con huevos, jamón, tostadas, mantequilla puede llegar a las 1.000 calorías e incluso superarlas. Basta comer la mitad de ese desayuno (500 calorías) + el jugo de un pomelo que contiene aproximadamente 60 calorías, para lograr un ahorro diario de 440 calorías. En 20 días, habrán consumido 8.800 calorías menos que lo habitual. Lo que es importante teniendo en cuenta que 1 kilo de grasa corresponde más o menos a 7000 calorías.

Para las personas que toman un desayuno escaso, como sucede con la población chilena, el agregar jugo de pomelo, no sólo no la ayudará a adelgazar, más encima le dificultará su baja de peso.
El otro punto acerca el pomelo es referente a algunos efectos adversos que se han reportado cuando se usa junto a ciertos medicamentos, como son los que se usan para tratar la hipertensión arterial, arritmias, cuadros depresivos, colesterol, vértigos incluso la disfunción eréctil

Desde varios años los médicos nos hemos dado cuenta que ciertos medicamentos aumentan su concentración en la sangre cuando se consume pomelo. Lo que incluso puede llevar a situaciones peligrosas. ¿A qué se debe esto?. La responsabilidad se atribuye a unas sustancias químicas conocidas como furanocumarinas que el pomelo contiene.
Es importante recalcar que la mayoría de los medicamentos que uno ingiere deben ser inactivados después de actuar algún tiempo en el organismo. Tal inactivación la realizan algunas enzimas que están presentes en el hígado.
EL problema es que para inactivarse, las furanocumarinas usan las mismas enzimas (conocidas como CYP3A) de ciertos medicamentos. De modo que cuando uno toma un jugo de pomelo, estas enzimas deberán trabajar inactivando tanto las furanocumarinas como los medicamentos. Lo que llevará a enlentecer la degradación de estos últimos, aumentando su concentración y permanencia en la sangre con los riesgos que esto implica.

De modo que el pomelo es uno de los tantos mitos nutricionales. No adelgaza, y más aún puede ser riesgoso cuando se administra junto a algunos medicamentos.