El Chocolate Protege la Salud

En los últimos años, el chocolate ha despertado un gran interés nutricional. Y no es de extrañarse. A ese dulce placer que significa comerlo se le han atribuido algunos beneficios para la salud. 

Algunos de estos son: la prevención de las caries, siempre y cuando no se trate de la variedad con azúcar incluida. También se le ha relacionado con el manejo de los estados anímicos, especialmente como un modulador de ánimo, o mejor dicho, como antidepresivo.

¿Cómo actuaría entonces el chocolate?
Cuando el chocolate es ingerido, sus componentes químicos pasan rápidamente a la sangre, y se distribuyen por todo el organismo hasta llegar al cerebro. Esta distribución por todo el cuerpo explica las erupciones cutáneas en las personas alérgicas al chocolate.
Una vez en el cerebro, mediante una serie de pasos metabólicos, se producen unos neurotransmisores (NT), que son una especie de hormonas que actúan en el sistema nervioso. De estos destaca la serotonina.
Quizás le suene familiar este NT. Y no es de extrañarse, ya que la mayoría de los antidepresivos modernos utilizan como uno de sus principales mecanismo de acción aumentar los niveles de la serotonina.
Desde algunos años, se sabía que el ingerir cosas dulces provoca una especie de verdadero placer. De allí la costumbre (buena o mala dependiendo de la óptica con que se observe) de gratificarse, consolarse, o quitarse el “bajoneo”…comiendo golosinas dulces. En el chocolate este placer se logra en forma más intensa, ya que también contiene feniletilamina, una verdadero estimulante natural.

En el sindrome premenstrual, dado a la fluctuación propia de las hormonas de los ovarios, en algunas mujeres se produce unas ansias enorme de comer cosas dulces, especialmente de aquellas que contengan chocolate. Y el efecto satisfactorio que se obtiene en el ánimo, es equivalente al haber tomado algún antidepresivo suave.

Pero, las bondades del chocolate no sólo se limitan a la parte emocional (como antidepresivo). Las últimas investigaciones han encontrado una importante acción protectora que ejerce a nivel de los vasos sanguíneos (especialmente en las arterias).
Así se ha visto que algunos de los componentes del chocolate actúan modulando la reactividad de los vasos sanguíneos: contrayendo y dilatando las arterias. Es importante destacar que la contracción de las arterias, fenómeno conocido como vasoconstricción, aumenta los riesgos cardiovasculares, especialmente en lo que se refiere a un infarto. Si las demás investigaciones que se están realizando son concordantes, se podría decir que el chocolate permitiría una vaso-dilatación (mejorando el flujo de sangre) y evita la vaso-constricción. En resumen, el comer chocolate permitiría mejorara el flujo de sangre a los diferentes órganos, contribuyendo a disminuir los eventos cardiovasculares.

Pero….el chocolate engorda. ¡Y harto!. De modo que en la práctica muchos de estos efectos benéficos para el corazón y la circulación, pueden quedar abolidos, por la obesidad.
Por mientras ¿Qué hacer?. Si Ud. está con sobrepeso u obesa….No coma chocolate hasta que normalice su peso. Una vez logrado esto, dese el gusto…pero sin abusar.