En estos días se ha producido una verdadera alarma por la presencia de mercurio en algunas de las vacunas que se administran a los niños. Pero, es necesario dimensionar el problema. Y no solamente hay que tener cuidado con las vacunas, sino que también con algunos alimentos. Más específicamente con los pescados y mariscos.
Existe la conciencia que el pescado es un excelente alimento, no sólo por ser una muy buena fuente de ácidos grasos esenciales, los omega 3 , sino que también contienen proteínas, vitaminas y minerales. Pero, debido a la contaminación de las aguas, los pescados que comemos actualmente no son los mismos que décadas atrás.
Numerosas publicaciones científicas han advertido sobre los posibles riesgos del consumo de pescado, especialmente en las mujeres embarazadas, debido a ciertos contaminantes que se han encontrado en estos. La FDA (Food and Drug Administration), organismo regulador de estas materias en los EEUU, ha publicado numerosas advertencias acerca del peligro que lleva el consumo de ciertos pescados.
De los potenciales contaminantes presentes en el pescado, el más cuestionado es el metilmercurio. El El metilmercurio es una neurotoxina, causante de daños neurológicos, retardo en el desarrollo sicomotor y déficit de aprendizaje.
Respecto a lo anterior, se han sugerido categorías de seguridad para el consumo de pescados, especialmente para las mujeres embarazadas,
Los seguros
Salmón Salvaje del Pacífico
Trucha Criada en Granjas o en Criaderos
Filetes de Pescado
Lenguado y Corvina
Consumo Restringido
Atún Enlatado
Mahi Mahi
Ostras Orientales
Cangrejo Azul del Golfo de México
Pescado Blanco de Lago
Mejillones Azules
Bacalao
Evitar su Consumo
Tiburón
Pez Espada
Lubina de Mar
Blanquillo Camello
Filetes de Atún
Para las mujeres que no están embarazadas y en los hombres, no sería tanto el daño, por lo cual se puede comer cualquier pescado pero no más de dos veces por semana, para darle así tiempo a que nuestro organismo elimine las toxinas.
Respecto a los mariscos, es poco lo que se sabe. Pero no hay que olvidar que los mariscos son unos verdaderos filtros del agua de mar, y pueden concentrar una cantidad enorme de sustancias tóxicas, entre ellas, el mercurio.