Las personas con diabetes tipo 2, son generalmente obesas. En ellas no sólo es importante controlar el azúcar en la sangre (glicemia), sino que es fundamental que bajen de peso, o mejor dicho, que pierdan grasa de su cuerpo. La grasa del cuerpo se acumula en diversas zonas , pero desde el punto de vista cardiometabólico la que debe eliminarse es la localizada a nivel abdominal (grasa visceral) . Es la que se conoce como tejido adiposo. Este tejido no sólo actúa como un órgano de reserva de energía, sino que puede llegar a ser uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Y se debe a que el tejido adiposo produce una variedad de sustancias químicas y hormonas, que en conjunto se denominan adipoquinas.
Ejemplo de algunas de estas adipoquinas
Leptina: disminuye el apetito y la síntesis de grasas.
Resistina: favorece la resistencia a la insulina, facilitando el desarrollo de la diabetes y la obesidad.
Estrógenos: aumenta el riesgo para el cáncer a las mamas y al útero.
Angiotensinógeno: aumenta la presión arterial.
Factor de necrosis tumoral alfa: favorece la trombosis.
Interleucina 6: favorece la aterosclerosis.
Inhibidor del activador del plasminógeno: favorece un estado procoagulante en la sangre
Podríamos señalar que la acción conjunta de estas adipoquinas es mala para la salud ya que incrementan el riesgo de desarrollar un infarto o stroke. Aprovecho de recordar que hoy los médicos consideramos a una persona diabética como un cardiópata con la glicemia elevada, ya que la mayoría de ellos se mueren de un infarto.
Por eso que se debe hacer todo lo necesario para eliminar este exceso de tejido adiposo.
El manejo de la persona diabética implica 4 pilares
a) La dieta, que sin duda alguna es lo más importante. Esta debe evitar el consumo de azúcares simples (azúcar, pastelería, fruta, lactosa) y reducir los azúcares complejos (papas, harinas, pastas, arroz). Además debe permitir la pérdida de peso.
b) La actividad física. Al incrementar la actividad física. los músculos queman azúcar reduciendo los niveles de glucosa presente en la sangre
c) El estado emocional y espiritual. La tranquilidad favorece el buen control de las hormonas que regulan la glicemia (insulina, glucagón y cortisol). Por otro lado, el stress libera cortisol y adrenalina que aumentan la glicemia
d) Medicamentos, que pueden ser orales o inyectables (insulina) y que son de manejo médico.