Hace 2500 años atrás dijo Hipócrates “Dejad que la comida sea tu medicina y que la medicina sea tu comida”. Es seguramente la primera definición sobre alimentos funcionales
En 1994 el Institute of Medicine’s Food and Nutrition Board definió como alimentos funcionales a cualquier alimento o ingrediente presente en estos, que puede producir beneficios para la salud del ser humano, más allá de sus propios componentes tradicionales.
Es decir, además de las proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales, algunos alimentos contienen determinadas sustancias químicas, cuyo consumo produciría beneficios para la salud.
Ejemplos de estos son varios. Destacaré sólo algunos
- El vino. El vino produce beneficios en la salud mediante tres mecanismos fundamentales: la presencia de alcohol, que produciría un aumento del colesterol bueno (HDL). Y a diferencia de los demás alcoholes, el vino posee ciertos flavonoides que impedirían la oxidación del colesterol LDL (el colesterol malo), etapa crucial para el desarrollo de la aterogénesis. Estos flavonoides, también conocidos en la industria del vino como contenido fenólico, es prácticamente propio del vino tinto (20 a 50 veces mas que los blancos), y se debe a la incorporación durante el proceso de fermentación del hollejo de las uvas. El hollejo de estas van liberando estos potentes antioxidantes. Otro componente de las uvas y que potencia el efecto antioxidante del vino, corresponde a una sustancia química conocida como trans-resveratrol, considerado también como un fitoestrógeno.
- El Té verde. Contiene un alto contenido de otro tipo de polifenoles, conocidos como catequinas. De estas, es la EGCG la más potente. Siendo sus conocidos beneficios para la salud, la prevención ante algunos tipos de cánceres y la protección cardiovascular.
El té verde es un excelente aliado para las dietas para adelgazar. Una alta concentración de EGCG, que se puede obtener de algunos suplementos alimenticios (p.e. Green Tea Diet Plan), posee un efecto lipolítico, es decir ayudaría a eliminar el exceso de tejido adiposo - Arándanos. Es una fruta especialmente recomendada para las personas que sufren infecciones urinarias a repetición. Las mayoría de estas infecciones (>90%) son debidos a una bacteria: la Escherichia Coli. Pues bien el arándano por medio de dos componentes químicos, impide que la E. Coli se adhiera al epitelio de la vejiga y del resto del tracto urinario, evitando así la infección.
- Vegetales crucíferos. Entre los que destacan los bruselas, coliflor, brócolis y repollos. Poseen ciertos componentes, los glucosinolatos, que reducirían enormemente el desarrollo de ciertos cánceres. Las características específicas de estos alimentos los pueden encontrara en un artículo ya publicado.
- El ajo. Contiene un aminoácido específico, la alíina. Este no es responsable del olor característico del ajo. Pero al ser machacado (mortero, dientes o sistema digestivo), una enzima presente en el ajo, la alinasa, convierte la alíina en alicina y es esta la responsable del olor. La alicina a su vez se transforma en una serie de compuestos sulfurados, varios de los cuales han sido asociados a protección cardiovascular y ante ciertos cánceres.
La alicina, durante muchos años se le conoció como la penicilina rusa, dado a sus poderosas propiedades antibacterinas - Los tomates. Contienen licopenos, un potente antioxidante de la familia de los carotenos, y protegerían del cáncer a la próstata. Otros estudios han observado cierta actividad antitumoral del licopenos contra otro tipo de tumores: mamas, útero, aprato digestivo, vejiga y piel
- Otros alimentos funcionales son:
Semillas de linaza. Son muy ricas en los ácidos grasos protectores, los Omega 3.Soya. Cuyo alto contenido en fitoestrógenos y flavonoides les otorga una efectiva herramienta de protección cardiovascular y ante ciertos cánceres como es el de mamas. Cereales altos en fibras. Especialmente los que contienen fibras solubles, lo que produce un significativo descenso del colesterol malo (LDL) y de los triglicéridos.
Concluyendo. Los avances científicos van descubriendo una serie de beneficios de algunos alimentos. Es posible que con una adecuada alimentación, que incluya los denominados alimentos funcionales, muchas de las enfermedades que afectan al ser humano hoy en día puedan ser evitadas.
De modo lo que dijo Hipócrates hace 2500 años atrás “Dejad que la comida sea tu medicina y que la medicina sea tu comida” posee hoy plena vigencia