Un investigador francés publicó recientemente un libro relacionado con el colesterol y el riesgo cardiovascular, donde presenta una serie de errores que pueden confundir ‘gravemente’ al lector. Según su autor, el Dr Michel de Lorgeril, “El colesterol no obstruye las arterias; el riesgo de morir de un infarto no es proporcional al nivel de colesterol en la sangre, y hacerlo bajar no reduce el riesgo de morir de un paro cardíaco”,
Lo expresado por el Dr De Lorgeril demuestra un desconocimiento profundo no sólo del mecanismo cómo se desarrolla la aterosclerosis y se produce un infarto, sino que de la biología misma como veremos a continuación.
“El colesterol no obstruye las arterias, dice tal investigador”. En realidad los estudios científicos han sido claros que el colesterol no es el que obstruye las arterias de una manera como el sarro puede obstruir una cañería, sino que son las ‘placas de ateromas’ que se desarrollan en las arterias las que producen tal obstrucción.
Estas placas constituyen la lesión básica de la aterosclerosis, y la ruptura de estas es lo que conduce al infarto.
El colesterol malo ó LDL juega un rol principal en el desarrollo de las placas de ateromas. El colesterol LDL que circula en la sangre se introduce en la pared misma de la arteria, acumulándose a ese nivel. Y una vez en ese lugar, estas moléculas de LDL van produciendo una serie de modificaciones que llevan a engrosar la pared arterial, produciéndose y desarrollándose la placa de ateroma.
Los estudios científicos han demostrado que más importante que el tamaño de tales placas es la estabilidad de estas. Esto significa que hay que evitar que se rompan, ya que si esto sucede se tendrá el infarto.
La placa de ateroma, por diferentes factores como son el estrés, un alza de brusca de presión arterial o una infección, se puede romper lo que en pocos minutos lleva a la formación de un trombo a ese nivel. Este trombo obstruye el flujo de sangre, teniéndose así el infarto.
Es por eso, que el manejo moderno del riesgo cardiovascular implica el uso de un tipo de medicamento que estabilice tal placa.
El riesgo de morir de un infarto no es proporcional al nivel de colesterol en la sangre, continua el Dr De Lorgeril . Prácticamente todos los trabajos científicos serios que se han publicado en las ultimas décadas han sido enfáticos en demostrar lo contrario. Sí existe una relación directa entre los niveles de colesterol LDL en la sangre y el riesgo de desarrollar un infarto. Respecto a esto conviene reflexionar los siguientes puntos ya tratados en un artículo anterior (saber más).
- Los niños nacen con un LDL entre 30 y 70 mg/dl.
- Los adultos humanos modernos somos los únicos animales con un LDL sobre 80 mg/dl. Se acepta como ‘normal’ hasta 120 mg/dl
- Existe una relación estrecha y directa entre los niveles de LDL y la enfermedad coronaria. A mayor LDL, mayor propensión a un infarto
- Las personas con LDL mayor de 200mg/dl poseen una alta probabilidad de hacer una enfermedad coronaria.
- Personas con un LDL menor de 90 mg/dl es improbable que manifiesten un problema coronario.
- Reducir el LDL (dieta + fármacos) a menos de 120 mg/dl se acompaña de un fuerte descenso del riesgo coronario. Y esto es aún mayor si los valores se mantienen bajo 100 mg/dl
- Llevar el colesterol de un adulto a los niveles de un recién nacido (menor de 80 mg/dl), se acompañaría de una regresión de las placas de ateromas
- Hasta la fecha no se ha descrito un daño al organismo si el colesterol LDL se encuentra en valores subnormales (LDL menor de100 mg/dl)
Lo que si es necesario advertir, es que el colesterol elevado no es el único factor que aumenta el riesgo de desarrollar un infarto. Hay otros factores importantes como es el humo del cigarrillo, la diabetes, la presión alta, la obesidad, la hiperinsulinemia, entre los más frecuentes.
Llama la atención en este artículo publicado Le Monde el gran rechazo que hace notar este autor a las estatinas, un tipo de fármacos que se usa para reducir el colesterol elevado. Aparentemente él no sabe o no entiende realmente los mecanismos de acción de tales fármacos. Y para beneficio de sus pacientes, conviene que los sepa, ya que se dará cuenta que el mecanismo protector de las estatinas va más allá que el sólo hecho de reducir el colesterol.
Lo interesante de las estatinas es que no sólo reducen en forma potente el colesterol total y el LDL, sino que además las estatinas producen a nivel de la arteria, y especialmente en las placas de ateromas, una serie de eventos que llevan a una mayor protección respecto al infarto. Esto es lo que se conoce como efectos pleiotrópicos, y explica el porqué la reducción de la mortalidad cardiovascular en las personas que llevan años tomado estatinas es más alta a la esperada por la reducción lograda del colesterol.
Algunos efectos pleiotrópicos de las estatinas
Reducción de la trombogenicidad
Disminución del vasoespasmo
Disminución de la inflamación
Estabilización de las placas de ateromas
Reducción estrés oxidativo
Estimular la angiogénesis
Como mencioné más arriba, uno de los efectos pleiotrópicos de las estatinas es mantener estable las placas de ateromas, es decir las hace más resistente a la ruptura.
Por lo tanto. Si a usted su médico le ha indicado una estatina para manejar su colesterol siéntase tranquilo, ya que por diferentes vías esa droga lo esta protegiendo de un posible infarto.