Si no las conoce, debe leer este artículo, ya que las incretinas corresponden a unas hormonas que participan activamente en la regulación de la glicemia (azúcar en la sangre) de una manera muy particular, y forman parte de una nueva generación de medicamentos a usar en los diabéticos.
Es interesante explicar la historia de las incretinas. Antes de continuar, conviene recordar que clásicamente se sabía el estímulo para la liberación de insulina ha sido la glucosa.
Sin embargo, hace unos años los investigadores no se explicaban porqué al administrar glucosa por la sangre, la respuesta a la liberación de insulina era menor que si tal glucosa se administraba vía oral. Es más, esperaban que el estímulo vía sanguínea fuese más intenso, fenómeno que se observa frecuentemente en la farmacología diaria, al comparar el efecto clínico al administrar un mismo medicamento por ambas vías. La vía venosa actúa en forma más rápida y más intensamente que la oral.
Se postuló entonces que desde el estómago y/o el intestino delgado la glucosa liberaría unas sustancias químicas que estimularían directamente la secreción de insulina por el páncreas. Si esto estuviera correcto, la producción de insulina tendría dos estímulos: la glucosa propiamente tal, y unas ‘sustancias’ que actuarían como intermediarias.
Y tales sustancias fueron descubiertas y aisladas, y se les dio el nombre de incretinas. Se definieron “como aquellas hormonas que son producidas desde el tubo digestivo en respuesta a ciertos nutrientes y que actúan en el páncreas estimulando la secreción de insulina”.
Actualmente se sabe que en una persona normal, entre el 50 al 70% de la secreción de insulina por el páncreas se debe a las incretinas.
Por otro lado, en las personas diabéticas se ha observado que la producción de las incretinas o su acción a nivel del páncreas esta afectada. Esto ayuda a explicar la dificultad que poseen los diabéticos para regular los niveles de glucosa en la sangre.
Las incretinas formarán parte de un nuevo arsenal terapéutico para el manejo de los diabéticos.
Algunos aspectos a destacar de estos nuevos fármacos respecto a los que ya existen: Las incretinas favorecen la proliferación y sobrevida de las células Beta pancreáticas, que son las células responsables en la producción de la insulina. Esto es de gran importancia, ya que varios de los medicamentos antidiabéticos orales que se utilizan actualmente como primera línea para el manejo de la diabetes tipo 2 (no insulinodependiente), provocan un desgaste y disminución de tales células, lo que llevará inexorablemente a que en ese diabético sus células B disminuyan a tal punto, que la acción de tales medicamentos no surtirán efecto y deberá comenzar a administrarse insulina.
El manejo actual de la diabetes debe permitir la preservación de las células B del páncreas.
Otra acción importante de algunas incretinas, es que retardan el vaciamiento del estómago, provocando una sensación de saciedad, lo que facilita la dieta y por lo tanto la pérdida de peso de un diabético obeso.