¡No le Agregue Leche a su Té!

Han sido numerosos los trabajos que se han publicado respecto al consumo de té y la protección cardiovascular que este brebaje otorgaría. El té, en sus formas: negro, rojo y verde, aunque con mayor potencia en este último, han demostrado que reducen el riesgo de un infarto al corazón al mantener las arterias coronarias dilatadas, y por su acción como antioxidante. Ambas situaciones son factores protectores del infarto. 

Las sustancias químicas responsables de esta vasodilatación coronaria y protección cardiovascular son las catequinas y polifenoles, que están presentes en forma abundante en el té.

Según un estudio publicado en la revista European Heart Journal, este efecto protector del té se anula completamente al combinarlo con leche. La leche contiene caseína que inhibe la acción de las catequinas del te.

Lo interesante de este trabajo es que va en línea con lo que se ha observado por décadas en Inglaterra. En ese país, gran consumidor de té, es frecuente que se beba generalmente con leche. Esta sería una de las posibles explicaciones del alto índice de infartos en esa población comparada a otras grandes sociedades bebedoras de té como son la china y japonesa. Estos últimos no le adicionan leche.

Actualmente se están realizando trabajos científicos para evaluar el efecto de la leche y el té respecto al cáncer. De manera similar a la protección cardiovascular que ejerce el té, son varios los trabajos que señalan un efecto protector del té sobre varios canceres. Tales trabajos fueron realizados con té sin leche. Deberemos esperar los resultados para concluir si lo demostrado respecto a la protección cardiovascular se puede extrapolar al cáncer.

En un ámbito diferente, pero que aprovecho de explicar es lo que ocurre con el té y el fierro. El té precipita el fierro, impidiendo su absorción. Por eso que no es recomendable beber té inmediatamente antes o después de una comida. Esta situación podría llevar a una anemia.

Mientras tanto, si a usted le gusta el te. Bébalo lejos de las comidas. Y definitivamente no agregue leche ni siquiera para “cortarlo”.