¿Se puede detener el envejecimiento cerebral?

Entre las pacientes menopáusicas o cercanas a esta edad que me consultan, he notado que existe una mayor preocupación respecto al envejecer bien. Y no sólo respecto a lo físico, también al envejecimiento cerebral. Si bien son muchas las variables responsables del deterioro cognitivo que sucede a medida que se envejece, me referiré a un tema de altísima controversia: el rol de los estrógenos y el envejecimiento cerebral.

Existe un consenso entre los científicos respecto al rol protector que ejercen los estrógenos en el cerebro. Estos los resumiré así: los estrógenos protegen a las neuronas (neurotrofismo y neuroprotección), mejoran la comunicación entre ellas (aumentan las sinapsis, regulan los neurotransmisores), mejoran el flujo de sangre, son potentes antioxidantes y poseen una marcada acción antiinflamatoria.

Sin embargo, el consenso que vemos a nivel experimental, no se aprecia a nivel clínico. Existe entre nosotros los médicos posturas antagónicas respecto a un posible rol protector que ejercerían los estrógenos que se usan en la terapia de reemplazo hormonal (TRH) y el envejecimiento cerebral. Para algunos, los estrógenos protegen y para otros dañan el cerebro. ¿Quién posee la verdad?
Ambas posturas son correctas. El problema radica en la interpretación adecuada de las publicaciones científicas; especialmente respecto al momento en que iniciaron la TRH las mujeres de tales estudios.
Cuando esta se inicia tempranamente (meses de ocurrida la menopausia) protegerían. Pero cuando se inicia años de ocurrida, estas hormonas dañarían. Ese lapso de tiempo se conoce en ingles como window of oportunity. Y significa que sólo existe un tiempo limitado donde podemos actuar para lograr el máximo de beneficios con el mínimo de efectos adversos. Durante ese lapso de tiempo, que se caracteriza por una insuficiencia de estrógenos, si esta no se revierte provocará importantes cambios en las neuronas (membranas celulares: plasmática y mitocondriales), y también en los vasos sanguíneos que nutren al cerebro. Tales cambios son de tal naturaleza, lo que hace que NO sea lo mismo administrar hormonas a una mujer recién comenzada la menopausia que si han transcurrido muchos años.
Los reanálisis de aquellos trabajos científicos que demostraron un rol no protector e incluso dañino del las hormonas para el cerebro, encontraron que estas situaciones ocurrían en aquellas mujeres que iniciaron su TRH tardíamente. ¡Pasados los 12 años de ocurrida la menopausia! A esas edades, el iniciar una TRH no solamente NO protegería a las neuronas, más aún, las puedo dañar.
Interesante es también conocer los estudios respecto a la enfermedad de alzheimer (EA) , principal causa de demencia senil, y que afecta más a las mujeres. Esta enfermedad se debería a un exagerado efecto inflamatorio de una sustancia conocida como beta amiloide que junto a otras proteínas proinflamatorias dañan a las neuronas.
Lo interesante es que se han publicado algunos trabajos que señalan un rol protector de los estrógenos respecto a la EA. Así, los estrógenos retardarían o evitarían la EA.
Ejemplo de esto tenemos algunos estudios retrospectivos han demostrado que el uso de estrógenos durante el climaterio protegería ante una EA entre un 30% y 70% . El estudio Baltimore Longitudinal Study Aging que es un estudio prospectivo (por lo tanto sus datos son más fidedignos), demostró que durante los 16 años de seguniento que le hicieron a un grupo de mujres la proteccion de las estrógenosalcanzó un 54%.
Por lo tanto, los estrógenos que se usan para la TRH podrían retardar el envejecimiento cerebral, siempre que se inicie tal terapia en forma temprana, una vez ocurrida la menopausia
Antes de finalizar, ¿qué pasa con los hombres? El deterioro cognitivo es más lento en los hombres y se inicia alrededor de los 60 años. Aparentemente esto se debería a que la declinación de la testosterona es lenta. Quiero señalar que los estrógenos también intervienen en la protección cerebral en los hombres. Y el origen de los estrógenos en nosotros corresponde a la transformación que experimenta la testosterona en estrógenos por efecto de una enzima que se conoce como aromatasa. De modo que la cantidad de estrógenos de un hombre de 60 años es 3 veces más alta que en mujeres de la misma edad.

Referencias

  1. Baldereschi M, Di Carlo A, Lepore V, et al. Estrogen-replacement therapy and Alzheimer’s disease in the Italian Longitudinal Study on Aging. Neurology. 1998;50:996-1002.
  2. Paganini-Hill A, Henderson VW. Estrogen replacement therapy and risk of Alzheimer’s disease. Arch Intern Med. 1996;156:2213-7.
  3. Kawas C, Resnick S, Morrison A, et al. A prospective study of estrogen replacement therapy and the risk of developing Alzheimer’s disease: the Baltimore Longitudinal Study of Aging. Neurology 1997;46:1517-21
  4. Ferrini RL, Barrett-Connor EL. Sex hormones and age: a cross-sectional study of testosterone and estradiol and their bioavailable fractions in community-dwelling men. Am J Epidemiol. 1998;147:750-4.