¿Cómo se Produce el Infarto?

Es la principal causa de muerte de nuestra época. Y es difícil de explicarlo de una manera entendible por todos. Trataré de ser claro, y preciso. El infarto corresponde a la muerte de un grupo de células en un área del corazón, cerebro u otro tejido, al no contar estas células con el necesario oxígeno el cual es transportado por las arterias. 

Un infarto viene a ser el último eslabón de una serie de eventos relacionados con una enfermedad conocida como aterosclerosis, que se ha estado produciendo durante muchos años, décadas, en las arterias. Las lesiones básicas de la aterosclerosis son unas placas que se conocen como ateromas.

¿Cómo se forma un ateroma?

La arteria está formada por varias capas de tejidos, y el endotelio es la capa interna que está permanentemente en contacto con la sangre y por lo tanto con las diferentes células y lípidos (grasas) que en ella circulan.
Por diversas causas, y que forman parte de los factores de riesgo para desarrollar un infarto, el colesterol LDL (el colesterol malo), específicamente el LDL oxidado y un tipo particular de células –los macrófagos– se introducen por debajo del endotelio formando así el inicio de una placa de ateroma. Luego, es falso afirmar que las grasas (colesterol) se pegan a la pared de las arterias como el sarro.

Estos macrófagos se “comen” al colesterol LDL y se convierten en unas grandes células llenas de colesterol, y dado su aspecto se conocen como “células espumosas”. Estas últimas se van juntando unas a otras y acaban engrosando la placa de ateroma.

El crecimiento de estas placas de ateromas generalmente tarda décadas. Pero en cosa de minutos, y por circunstancias que veremos más adelante, estas placas se rompen, lo que hace que se atraigan hacia ese sitio a las plaquetas y otros factores de coagulación, formando el trombo. Cuando éste obstruye completamente el flujo de sangre, sucede el infarto.

Las causas que pueden desencadenarlo, y que son las que provocan una ruptura de la placa de ateroma, son: la presión alta, una infección bacteriana o viral, fumar, el esfuerzo físico y el estrés, entre las más frecuentes.

Deseo detenerme a comentar algo respecto a las infecciones. Estas pueden desencadenar un infarto ya que una infección aumenta la presencia en la sangre de factores que favorecen la coagulación (estado procoagulante), la formación de un trombo y la ruptura de la placa de ateroma. Por eso que una persona que está cursando una gripe o un simple resfrío debe abstenerse de realizar esfuerzos físicos. La actividad física exige un mayor trabajo al corazón, un mayor flujo de sangre por las arterias que lo nutren.
Los principales factores de riesgo para un infarto son:

  • Obesidad.
  • Presión alta.
  • Colesterol alto.
  • Diabetes mellitus.
  • Fumar.
  • Falta de ejercicio físico.
  • Estrés.
  • Estado procoagulante.
  • Postmenopausia sin tratamiento hormonal.
  • Historia familiar