Seguramente usted o alguien conocido padece jaquecas. Esos terribles e invalidantes dolores de cabeza son producidos en ocasiones por alimentos. Recordemos que nuestro cuerpo funciona gracias a sustancias químicas, y los alimentos son mezclas de éstas. De modo que es posible que ciertos alimentos o, más precisamente, ciertas sustancias químicas contenidas en ellos puedan desencadenar una jaqueca.
Para los jaquecosos es importante que traten de identificar si algún alimento las provoca. Esto es fundamental, ya que bastará con suprimir tal alimento para que desaparezcan las molestias. Para eso recomiendo que cuando tengan un episodio de jaqueca anoten todo lo que han comido en las últimas 18 horas, y repitan esto cada vez que tengan una. Cuando es causada por algún alimento, ésta aparecerá dentro de esas horas, y especialmente en las últimas ocho, tiempo suficiente para que la sustancia química responsable haya actuado.
Si bien cualquier alimento puede provocar jaqueca, los más frecuentes son los siguientes: cafeína (te, café, bebidas cola, amaretto, GMS (glutamato monosódico), fiambrería (jamones), salchichas, salame, tocino), pescados y carnes ahumadas o en salmuera (charqui), quesos amarillos, yogur, chocolate, vino (tinto y espumosos o achampañados), granos (maní, nueces,almendras).
El componente químico que más involucrado está en los síntomas de la jaqueca es la tiramina, sustancia presente en los quesos amarillos, especialmente los envejecidos, en los productos de fiambrería, yogur, cremas ácidas, comidas ahumadas, algunos panes, granos y en el vino tinto. Respecto a este último, la jaqueca se produce generalmente durante las tres horas siguientes a su ingesta. Los responsables serían la tiramina y, posiblemente, algún compuesto de naturaleza polifenólica.
Un tipo de jaqueca seria es la que produce el GMS (glutamato monosódico), ya que se acompaña de otros síntomas y signos, como sudoración, sofocos, mareos y dolor abdominal.
El GMS está presente en muchos platos de comida china, de ahí que se conoce también como el “síndrome del restaurante chino”. El GMS se usa para aumentar los sabores de las comidas, lo que permite que otros platos, como son los cebiches, lo puedan contener.
Lamentablemente, la legislación no exige que se destaque su presencia. Y en ocasiones el GMS no aparece como tal, sino que formando parte de otros ingredientes, como son: proteína vegetal hidrolizada, proteína de plantas hidrolizadas o extracto de Kombu. De modo que si usted es sensible al GMS lea bien las etiquetas y evite tales ingredientes.