Sentirse solo o vivir solo, parecen cosas iguales, pero no lo son.
Vivir solo puede que no sea malo. Muchas personas han aprendido a vivir solos e incluso a disfrutar tal soledad. Ven películas, leen , jardinean, caminan o navegan por la web.
Sin embargo , el sentirse solo, provoca incomodidad, angustia, ansiedad, depresión y desesperanza. Y esto sí que afecta a la salud. Así lo demostró un estudio realizado en Dublin, Irlanda. En este se concluyó que sentirse solo tanto en hombres como en mujeres era un predictor más fuerte de daños cardiovasculares que vivir solo. Aumentando en ellos el riesgo de un infarto al corazón o un accidente cerebrovascular