Las Principales Complicaciones de Beber Alcohol en Forma Abusiva

El beber alcohol de manera ocasional y leve (100 cc vino, 220 cc cerveza ó 25 cc de pisco, whisky, ron, gin) provoca algunos beneficios en nuestro cuerpo, como son el  aumentar el colesterol HDL (el bueno), proteger el corazón,  incluso al cerebro.   Sin embargo, beberlo en forma abusiva, el triple de lo señalado en párrafo anterior, y hacerlo durante décadas, produciría varios daños en nuestro cuerpo.

Los más importantes son:

Daño hepático. Partiendo por el hígado graso, siguiendo por la hepatitis alcohólica hasta terminar en una cirrosis. El alcohol daña las células del hígado si se toma de manera abusiva. Cuando  se está en la etapa de hígado graso, se puede revertir este daño, pero  si se llegó a la cirrosis, generalmente es irreversible, y sólo queda la opción del trasplante hepático.

 

Várices. Son dilataciones de las venas dado al aumento de la presión de la sangre al interior de estas.  Debido a la resistencia que provoca un hígado mas fibroso y duro, la sangre  de la vena porta refluye, aumentando la presión retrógrada, favoreciendo el desarrollo de las várices,  principalmente  en el esófago, pero también en el estómago y en el recto (hemorroides). Es frecuente observar en los alcohólicos, hemorragias en esas zonas. Siendo la hemorragia digestiva por várices esofágicas una situación potencialmente mortal.

Cáncer al hígado. Es un cáncer no tan frecuente, pero de mal pronóstico. Una vez diagnosticado, rara vez llegan a los 2 años de sobrevida. El 30% de los cánceres al hígado son debido al abuso del alcohol.

Cáncer al esófago. También está asociado al abuso del alcohol. Y si la persona además fuma, el riesgo es mayor.

Accidentes vasculares cerebrales. Beber en forma leve a moderada alcohol puede proteger las arterias que irrigan el cerebro. El hacerlo en forma excesiva, aumenta el riesgo de un infarto o hemorragia cerebral

Pancreatitis aguda. El alcohol es la segunda causa de pancreatitis (la primera son los cálculos biliares). La inflamación del páncreas (pancreatitis) es de gran cuidado y potencialmente mortal si no se actúa a tiempo. Un dolor vago en la parte alta del abdomen que se hace cada vez más intenso, acompañado de vómitos y diarreas, nos debe hacer sospechar de una pancreatitis aguda, y acudir rápidamente a un servicio de urgencias.

Pancreatitis crónica. Cuando se bebe de manera moderada a abusiva durante años, se puede estar desarrollando una pancreatitis crónica.  El 70% de los casos de esta pancreatitis son debidas al alcohol. El páncreas se va dañando lentamente  y con ello las funciones de este.

Cáncer al páncreas. Es el más mortal de todos los cánceres. Más del 80% se mueren antes del primer año de haber sido diagnosticado. Y rara vez se llega a los cinco  años de sobrevida. El diagnóstico precoz es difícil, y de ahí su mal pronóstico. Hay que sospechar en este cáncer cuando la persona refiere un dolor vago arriba del ombligo y que se irradia por la cintura hacía la espalda. Generalmente se acompaña de picazón en las palmas y plantas de los pies. Ya cuando aparece la ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos) suele ser tarde el diagnóstico.

Daño cardiaco. Beber en forma leve  puede proteger al corazón. El hacerlo de manera abusiva puede provocarle algunos daños. Como arritmias (el alcohol daña el marcapasos donde se inicia el latido cardiaco), hipertensión arterial al dañar la capa muscular de las arterias, y también provocar una miocardiopatía, que es un daño irreversible del músculo del corazón.

Reducción de la inmunidad. El alcohol  afecta  la actividad de las células que resguardan la inmunidad, favoreciendo las infecciones. Resulta frecuente ver en los alcohólicos hospitalizados, complicaciones como meningitis  bacterianas. También se afecta el  manejo  y pronóstico de los cánceres.

Desórdenes neurológicos. Con ayuda de la resonancia nuclear magnética se ha podido visualizar significativas alteraciones en el cerebro de los alcohólicos. Esto se debería al efecto tóxico directo  e indirecto del alcohol en las neuronas. Estos hallazgos explicarían los frecuentes cambios de ánimo que presentan los alcohólicos: alteraciones en la conducta